viernes, 17 de junio de 2011


El prime
r amor es el idealizado, el puro, el inocente. Donde se entrega el alma sin perjuicios. Donde se quiere incondicionalmente. Y donde se aprende a querer para el resto de la vida. No creo que esa primera experiencia sea necesariamente trágica. Más bien está tan idealizada que nunca vemos sus defectos. Y con los años no la olvidamos. Porque ese primer amor nunca se olvida. Se mantiene perenne, perpetua, talvez sólo como recuerdo. Y muchas veces olvidamos hasta a la persona, pero lo que nunca olvidamos es el sentimiento. Ese sentimiento se mantiene aunque no lo queramosEl primer amor es inocente, se desarrolla con la facilidad que sólo la ignorancia del corazón que nunca ha sido roto puede dar. Se entrega lo poco que se tiene en una esperanza. El corazón se entrega completo, luego cuando se rompe, pues terminamos repartiendo los pedacitos.El primer amor, no siempre tiene que ver con el verdadero amor, es simplemente la persona que devela ese universo paralelo al que sólo se ingresa de la mano de alguien más. Sin perjuicios, ni expectativas previas. Simplemente por el sentido de experimentar. Todo lo que sucede es nuevo y ganancia. Creo sinceramente que ese primer amor es el más sano y libre de todos.
Todos recordamos el primer amor, unos con un desenlace feliz y otros como yo aparentemente trágico. Aunque eso de cierta manera le da un hálito de misticismo que con los años se ha mitificado

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